ADENOIDITIS

La adenoiditis es la inflamación o hipertrofia de las adenoides o amígdalas faríngeas. Las adenoides están situadas por detrás de las fosas nasales, su función se limita a los primeros años de la vida, hasta que el niño desarrolla su sistema de defensas y sirven principalmente como un filtro para defender las vías respiratorias superiores de las agresiones externas: virus, bacterias, gérmenes. La adenoiditis es la inflamación o hipertrofia del tejido que conforman esos ganglios.

 

Estas adenoides deben desaparecer de manera expontánea después de los 10 años de edad.
Incidencia, los cuadros agudos son más frecuentes durante la infancia, aunque la adenoiditis crónica se puede presentar en otras edades.
  
Las adenoides se inflaman o hipertrofian fundamentalmente por infecciones, como la rinitis, la sinusitis. También por las condiciones ambientales: mala higiene, humedad, la mala nutrición, además de factores predisponentes y generando deformidades en la cara, retraso en el aprendizaje y disminución de la audición.

Frecuentemente son recurrentes, y se convierten en crónicas con el paso del tiempo. De no atenderse pueden ocurrir faringitis, gastritis, laringitis, infecciones a distancia (meningoencefalitis, problemas renales y articulares), y las más frecuentes, son las otitis medias agudas.

Cuando el cuadro agudo de la enfermedad es muy agresivo, la adenoiditis puede confundirse con la meningoencefalitis y, en ocasiones, con trastornos digestivos.

Aparición de fiebre, la respiración por la boca, secreciones nasales y en la garganta y dolores de oídos.

El diagnóstico de certeza se realiza por los antecedentes del paciente, su cuadro clínico y el examen físico.

Las crisis agudas requieren tratamiento medicamentoso: antibióticos, lavados nasales y medidas generales para bajar la fiebre. Las adenoiditis crónicas requieren usualmente tratamiento quirúrgico.

Durante la intervención se eliminan los tejidos que conforman las adenoides. Los niños requieren anestesia general y en los jóvenes la operación se puede realizar con anestesia local. Antes de los dos primeros años de edad no se recomienda la operación.