La hipoacusia se define como la pérdida parcial o total de la capacidad de percibir o entender el sonido, lo cual constituye un motivo habitual de consulta y se considera una de las enfermedades crónicas más importantes del mundo.

Las causas pueden ser múltiples y variadas. Algunos ejemplos pueden ser malformaciones congénitas o de nacimiento, traumatismos de la cabeza y oídos, exposición crónica a ruidos importantes, perforaciones timpánicas accidentales (generalmente ocasionadas al realizar limpiezas de los oídos sin supervisión), tumores, toxicidad por fármacos, alteraciones de la nariz, edad avanzada, diabetes, hipertensión arterial, etc.